¿Has oído hablar sobre la microbiota intestinal?
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que habitan a lo largo de todo el tracto gastrointestinal.
Estas comunidades bacterianas colaboran en varias funciones (metabolismo, sistema inmune…) y brindan múltiples beneficios si conviven de forma simbiótica con el organismo. Por el contrario, un desequilibrio de la flora intestinal (disbiosis intestinal), produce un mayor riesgo de enfermedades físicas y mentales.
¿Sabías que el intestino es nuestro primer cerebro?
¡Así es! Durante la gestación, el sistema nervioso entérico (aparato digestivo) se forma antes que el sistema nervioso central (cerebro), por lo que, el intestino es realmente nuestro primer cerebro.
Además, existe una conexión bidireccional entre el sistema nervioso central y el tracto gastrointestinal, conocido como eje intestino-cerebro.
Entonces… ¿El estrés y la microbiota intestinal están relacionados?
¡Por supuesto! Diversos estudios han demostrado que alteraciones cerebrales pueden afectar al funcionamiento intestinal y, viceversa, alteraciones gastrointestinales pueden inducir cambios en el estado de ánimo, en la conducta, etc.
En concreto, se ha visto que el estrés disminuye la diversidad bacteriana y aumenta la virulencia de patógenos, y, que una alteración de la flora intestinal estimula el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (encargado de controlar las reacciones al estrés).
En las imágenes de abajo te dejamos unas recomendaciones para cuidar de tu eje intestino-cerebro.