La carbofobia es el miedo que se tiene a subir de peso o ganar grasa corporal por el consumo de carbohidratos.
Muy a menudo vemos pacientes en consulta, sobre todo mujeres, que tienden a rechazar todo tipo de cereales, harinas y azúcares por “miedo a engordar” o por creer que “sólo los necesitan cuando hacen deporte”.
Pero hay que recordar que… ¡LOS CARBOHIDRATOS NO SON SOLO ENERGÍA!
Aunque es verdad que son una buena fuente de energía durante el ejercicio, los carbohidratos cumplen muchas otras funciones en nuestro organismo.
Una dieta baja en hidratos de carbono se asocia con: alteraciones hormonales (tiroides, sexuales, leptina, grelina…), bajo ánimo, cansancio, lesiones, efectos negativos en nuestro sistema inmune, metabolismo, composición corporal, salud ósea y cardiovascular, junto con un peor rendimiento y recuperación en el deporte (entre muchos otros más).
Además, muchos alimentos ricos en carbohidratos son perfectamente saludables y podemos incluirlos en nuestro día a día, aunque no hagamos deporte. La clave está en la correcta selección de alimentos: lo ideal es que sean en su mayor proporción hidratos de carbono complejos (cereales y harinas integrales, frutas, verduras…) y en menor proporción los que se denominan simples (azúcar, miel, zumos, productos y bebidas azucaradas…) ya que elevan rápidamente nuestros niveles de glucosa (azúcar) en sangre.
Así que cuando tengas miedo a comer carbohidratos, recuerda que no solo son necesarios para rendir más en el deporte, sino que, lo más importante, son esenciales para nuestra salud.
¡Te ayudamos a superar la carbofobia aprendiendo a comer de forma saludable y creando una buena relación con la comida!